viernes, 13 de abril de 2012

150 ANIVERSARIO DEL FERROCARRIL EN EUSKADI


Hoy se conmemora el 150 aniversario del primer ferrocarril de la Comunidad Autónoma Vasca, en concreto, el tramo comprendido entre la estación burgalesa de Miranda de Ebro y la navarra de Olazagutia que, en sus 74 kilómetros, recorre toda la Llanada Alavesa y atiende, entre otras poblaciones, a la capital administrativa del País Vasco: Vitoria.

Lamentablemente, en Euskadi esta importante efeméride ha pasado sin pena ni gloria ya que nadie se ha acordado de ella. No será porque no lo propuse en diversas ocasiones, desde el inicio de la presente legislatura, ya que, además de conmemorarse el 150 aniversario del primer ferrocarril de nuestra comunidad, en el 2012 también coinciden otras efemérides ferroviarias de gran importancia. De hecho, llegué a plantear la posibilidad de declarar este ejercicio como el año del tren en Euskadi. Sin embargo, el desinterés de nuestras instituciones ha sido patente y, finalmente, el único acontecimiento de relevancia será la celebración, el próximo mes de septiembre, del VI Congreso de Historia Ferroviaria, organizado por la Fundación de Ferrocarriles Españoles y en el que he jugado un papel activo para que en esta ocasión tenga lugar en Vitoria. 

Afortunadamente, nuestros vecinos de Miranda de Ebro, mucho más sensibles con la historia y el ferrocarril, han organizado un interesante programa de actividades conmemorativas del 150 aniversario del que, también, es su ferrocarril. Entre ellas, destacan sin duda alguna los viajes con tren de tracción vapor que, mañana y el domingo, cubrirán el histórico trayecto.

La vía férrea de Miranda de Ebro a Olazagutía formaba parte del gran proyecto ferroviario de Madrid a Irún, impulsado por la Sociedad del Crédito Mobiliario y su filial, la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España. Esta importante línea, la primera de carácter internacional en España, había sido concedida a un grupo financiero francés capitaneado por los hermanos Pereire, en 1856. Dos años más tarde, el 2 de agosto de 1858, comenzaban las obras en el territorio alavés aunque, según señalan las crónicas de la época, el acto no revistió solemnidad alguna. En concreto, el Parte Oficial de la Gaceta de Madrid publicado el 11 de agosto de 1858 señalaba:

Vitoria, 7 de Agosto. Ayer principiaron las obras del ferro-carril del Norte en el punto que ha de ocupar la estación, situado a la parte del Mediodía de la ciudad. Ninguna ceremonia se ha hecho en esta inauguración, ni siquiera un repique de campanas, ni un cohete lanzado al aire lo anunció al público, lo que demuestra el carácter sesudo y tétrico de nuestras Autoridades populares. Sin embargo, pronto se difundió por la ciudad tan grande y extraordinario acontecimiento y una multitud de curiosos rodearon a los trabajadores con el ansia de poder ver con sus propios ojos un hecho que tanto se había deseado.

En fin, aunque la inauguración se ha hecho sin solemnidad alguna, presentándose los operarios en el lugar señalado por los contratistas de la explanación, es un hecho consumado que se ha principado a construir el ferro-carril en Vitoria y el día 2 de agosto será memorable en los fastos de esta ciudad y provincia.

Uno de los aspectos más singulares de las obras de construcción del ferrocarril del Norte en Álava fue que en ellas participaron activamente los soldados del Regimiento de Infantería Castilla que, diariamente, proporcionaba más de 200 hombres a los contratistas. Así lo recogía el Parte oficial del 15 de junio de 1861:

El regimiento de infantería de Castilla, que guarnece esta ciudad, da cada día más de 200 hombres para los trabajos del ferro-carril, y hemos sabido con mucho gusto que toda la fuerza de él desea dedicarse a tan rudos ejercícios; de estos hombres mucho puede prometerse la nación aun después de que hayan cumplido el servicio militar.

Ciertamente, sería interesante poder contrastar si, en efecto, los soldados mostraban tanto entusiasmo por trabajar en las obras del ferrocarril o si, por el contrario, no les quedaba más remedio que tirar de pico y pala...

El mismo Parte Oficial informaba de la llegada a la capital alavesa, a medidos de junio de 1861, de la primera locomotora, que había sido desmontada en los talleres de Valladolid y enviada a Vitoria en tres grandes piezas que, de inmediato, fueron ensambladas en la estación. En breve esperaban que la máquina estuviera dispuesta... "para emprender su movimiento, y será un día de regocijo para los habitantes de esta provincia cuando la vean marchar por esas llanuras con la velocidad del rayo, arrastrando en pos grandes y pesados carros cargados de materiales para las obras de la vía y éstas adelantaran rápidamente con este poderoso auxiliar".

Gracias a la ayuda de esta locomotora y del trabajo "voluntario" de los soldados, las obras se desarrollaron con gran rapidez. De hecho, aunque la documentación oficial señala que el trayecto se inauguró el 13 de abril de 1862, un mes antes el periódico Irurac-bat informaba a sus lectores de la circulación de los primeros trenes en el trayecto de Miranda de Ebro a Olazagutia a partir del 6 de marzo de 1862, día en que se formó un tren con 19 vagones que recorrió todo el trayecto. En concreto, la crónica señalaba que:

La sección de Miranda a Olazagutia, del ferrocarril del Norte, está completamente terminada y acabamos de recorrer sus 74 kilómetros. Ayer, a las once de la mañana, se agolpaba en la estación de Vitoria un pueblo entero: todo era movimiento y algazara y el brillante sol y claro día convidaban a respirar el aire del campo. Un enorme tren, de 19 wagones, estaba dispuesto y a él se avalanzaron todas las personas convidadas a dar un paseo de prueba y cuantos pudieron meterse en los coches. Dada la señal se puso en movimiento el gran convoy, que llevaba próximamente 800 personas, y de ellas muchas ensayaban por primera vez este poderoso medio de comunicación.

Por tanto, el 6 de marzo de 1862 iniciaba el ferrocarril su andadura en el País Vasco. Ciertamente lo hizo con bastante retraso, ya que la primera línea del mundo explotada exclusivamente con locomotoras de vapor se estableció en Gran Bretaña, entre Liverpool y Manchester, en 1830 y, 18 años más tarde, se inauguró el primer ferrocarril de la península ibérica entre Barcelona y Mataró. Sin embargo, este retraso inicial pronto se vio compensado con la rápida construcción de numerosas líneas, primero de vía ancha y más tarde de vía métrica, que conformaron una de las redes ferroviarias más densas de Europa.

1 comentario:

  1. Yo he ido a mi pueblo para saludar con alegría el paso del tren, y del que he recogido buenas fotografías y sobre todo volver a ver mucha gente en la estación.Es la estación de Araia.
    Gracias a los de Miranda.

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